JRALV escribió: ↑10 Abr 2023 23:18
FROGMAN escribió: ↑10 Abr 2023 21:36
JRALV escribió: ↑10 Abr 2023 21:15
Por el precio de envío seguro que te lo traen en mano.
Con el tema de los certificados de autenticidad de tarjetas (como de otras cosas), hay que tener mucho cuidado. Algunas veces, me he encontrado con pretendidos "certificados" expedidos por el propio vendedor de la tarjeta, lo que añade poca garantía.
Desconozco si hay expertos que certifican las tarjetas telefónicas, y más de un país que no es el de emisión.
En el mundo del sello, sé que hay expertos reconocidos, independientes de las casas de venta y que son los que certifican los sellos, y siempre son del propio país de emisión.
incluso siendo expertos reconocidos hay que tener cuidado porque algunos de esos expertos en sus ultimos años de vida por diferentes motivos, los desconozco, digamos por hacerlos y cobrar, digamos porque ellos mismos han perdido conocimientos o porque el rasero los bajan, han certificado cosas que no deberían haberlo hecho. Dando por veraz sellos o estados de los mismos que no se corresponden con la realidad por diferentes causas...
Yo conozco, tengo y he visto certificados de COMEX, CEM, GRAUS, Enrique SORO.
Hay una cosa que siempre me ha sorprendido, cobran por certificar y ponen frases como: "en nuestra opinión los sellos son auténticos", o certifican que lo son o no, pero no en su opinión, si luego descubres que no los son, era su opinión, no era su conocimiento experto ni su análisis pormenorizado. Realmente estan dando una opinión, no certificando o asegurando.
Así es. Frogman. Si lees bien los "certificados", realmente no certifican sino que emiten una opinión. Como suele decirse, no se mojan.
Si esto es en el mundo de la filatelia, que está más asentado, ¿qué no será en el de las tarjetas telefónicas?
Esta misma opinión la pensé, pero no la plasmé en palabras en el mensaje.
Yo cuando coleccionaba tarjetas, llámese comprar, intercambiar, conseguir, etc. Siempre hubo cosas y hay a favor y en contra, eran interesantes por la definición en las imágenes, por la calidad, por el soporte, por la forma de poder conseguirlas, incluso te podías hacer una colección interesante de forma, gratuita pidiéndoselas a amigos y familiares que las empleaban.
Y no me puedo olvidar cuando Telefónica con el club del coleccionista dio la oportunidad de poder hacerte con todas las privadas que iban sacando al mercado para los clientes particulares.
Pero tenia también algunas en contra, que evalué antes de empezar a coleccionar.
Por un lado que no sabíamos la duración que podían llegar a tener las emisiones de las mismas y como a toro pasado hoy sabemos que dejaron de emplearse tras la popularización de los móviles.
Así han desaparecido las cabinas ya en la calle y poder emplear una es imposible o casi hoy en día...
Por otro lado, que las tarjetas telefónicas eran de una empresa privada que las fabricada o mandaba fabricar a la F.N.M.T, Bull Francia, Solaic, GEMPLUS, G&D, SCHLUMBERGER, OBERTUR, M Mar, cuando el coleccionismo de sellos o monedas, siempre son emitidos por el estado con una seguridad y responsabilidad sobre los mismos por parte del estado y además es un estamento publico, que es justo lo que lo diferencia del coleccionismo privado o particular.
También tenía otra contra que los datos de emisión fabricación, pruebas y demás solo lo podían controlar desde la empresa privada y los niveles de control no estaban definidos, confiando los coleccionistas plenamente en que los datos publicados tanto en ADICOTE como por Marcobal sean ciertos.
Por otra parte estaba todo ese material de ensayos, pruebas y demás que puntualmente aparecía en plazas mayores, eventos etc, donde no había control ninguno y que realmente a mi tanto me gustaba.
Tener tarjetas sin chip o con cambios de tonalidades, con diferentes chips, diferentes tipos de letras, diferentes tipos de números, diferentes tipos de impresión.
Diferentes tecnologías de funcionamiento desde las primeras tarjetas óptico holográficas, magnéticas hasta las tarjetas con Chip.
Tantas y tantas cosas.
Pero como siempre en estas cosas había mucho comerciante y conseguidor detrás de todo.
Los que se montaban el negocio vamos.
También es cierto que si estas personas, todas estas cosas nunca se hubieran conseguido y hubieran ido a la basura directamente desde las fábricas.
Como conclusión, mejor que no salgan o hayan salido certificadores de teletarjetas.
Sabiendo lo que pasa con los sellos, que sus tiradas son públicas y sabiendo que deberían poder controlarse en su totalidad y sabiendo que no es así que a los largo de 173 años de historia postal ha habido falsificadores a porrillo tanto de sellos, como de certificados, como de papeles, tintas y demás, sustracciones o compras para acaparar un producto y así luego repartírselo los comerciantes para poder manipular el valor en el mercado y que en casos estaban implicados funcionarios, comerciantes filatélicos y demás.
Me vienen a la cabeza la famosa prueba de Calella, los famosos sellos del correo submarino, el famoso sello de falla con sobrecarga de la visita del Caudillo a Canarias, donde muchos se han dedicado a borrar los números de su anverso para hacerlos pasar por el mismo sello pero sin número de control al dorso y más recientemente el de la boda de S.A.R y Leticia, donde la primera emisión solo en castellano fue comercializada sin permiso de Correos en Madrid, vendiendo a comerciantes filatélicos según se comento en su momento días antes de su puesta oficial a la venta, cuando luego salió el mismo sello en los cuatro idiomas oficiales, y que posteriormente Correos corrigió volviendo a sacar el primer sello a la venta en su totalidad a final de año, deshaciendo el entuerto, pero que llevó a más de uno a pagar precios elevados por él a más de uno. Esto es parte de la historia filatélica.
No me quiero imaginar en un producto que realmente no es oficial y que sus emisiones y demás no tienen un control exhaustivo, ni un Estado detrás.